martes, 26 de junio de 2012

LA GRAMÁTICA DEL SILENCIO.


Ínsula de barataria
piélago de incertidumbres
que conduce a la caleta
de las horas divorciadas
sin más abogado
que aquel niño desnudo
de toga sin derecho a réplica
ante el juez del mazo roto.


Sombra, y como sombra
se aleja ante la proximidad
de cualquier intención
y se acerca en la distancia
horizontal de los gestos verticales.
Todo es culpa sin culpable.
Todo es causa sin efecto.
Trastorno casual de las cosas
y trastorno causal de la propia existencia.


Me he perdido en  manuscritos
pasados, buscando palabras
adecuadas, tal vez la conjugación
perfecta del pretérito imperfecto
en la gramática del silencio,
o el adverbio del tiempo y lugar
en que no estás y todo desfallece.


Pero sólo encuentro esqueletos
enterrados en los viejos poemas
y una calavera parlante
sin alocución que llevarse a la boca.
Todo me induce a pensar
que tal vez, y sólo tal vez
la literatura también esté en los huesos
como la aceituna de tus labios
devorados por la soledad.

sábado, 23 de junio de 2012

LA LADERA



Para mi amiga Betty con todo mi cariño.


Esta ladera que me aguarda,
se me antoja cuesta arriba.
Ya se sabe que castiga más una bajada,
y las piernas no son firmes
cuando hay nieve en el tejado
y no existe un fuego que te espere
en el hogar
ni se ve un sendero más allá del precipicio.

Un poco a ciegas, con la venda de la incertidumbre
acolchando  mis pisadas
comienzo el descenso.
Es ley de vida en el caminante
no pararse en la mitad
aunque el recorrido tenga la dureza
de unas manos encallecidas por la soledad,
pues yo sé que al andar se hace camino.

Pero me gustaría detenerme un instante
entre tus sábanas, acariciarte los ensueños,
despertarte los suspiros cuando todos duerman.
Y al marcharme, dejar un beso entre tus labios,
y en tus manos ‘aquellas hojas de Whitman’
-A la vera del camino-  Por dejarte algún recuerdo.

Y quizás cuando despiertes no entiendas esta ausencia,
como tantas otras no entendí a lo largo del camino.
Prefiero que me recuerdes los besos y aquellas caricias
inquietas, y que  me olvides las despedidas.
Porque tal vez sean más importantes los momentos,
que amargos los adioses.

martes, 19 de junio de 2012

CON LAS ALAS EXTENDIDAS Y LOS PARPADOS CERRADOS.

Viviré aún, cuando ya no pueda más.

Aunque el tiempo que me quede

sea un pasillo entre penumbras,

pasaré por cada instante de la vida

como el viento, cuando gime

en la tormenta.

Como esa lluvia borrascosa

desterrada del sol y sus caricias.

Pasaré por este mundo

como grano de arena en el desierto.

Como agua que se escurre

entre los dedos de la mano.

como tiempo que se escurre

entre los dedos del destino.

Viviré, como el sollozo que se gesta

en el vientre de una despedida.

Como el beso que agoniza

entre labios que se alejan.

Viviré cada instante hasta el final,

como hoja de roble, que entre brisas

otoñales muere lentamente

en su viaje hacia el suelo del ocaso.

Viviré cuando sienta llegar el frío.

Cuando la pálida mano ciegue

la mirada, y una caricia postrera

cierre el telón de los párpados

de la tragicomedia de un vivir.

Y me iré sin más, como el vuelo

peregrino de las aves migratorias.

Daré el paso postrimero de la vida,

con las alas extendidas de la muerte.

AYER MISMO.




Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.

Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

-Pablo Neruda-


En recuerdo del primer amor.




Fue ayer mismo, caminábamos

de la mano por la playa

de nuestras intenciones.

El sol se puso entre nuestros

labios,

y el mar bañaba nuestros pies,

descalzos y mediterráneos.

Fue ayer mismo, lo recuerdo;

recuerdo aquellos besos

manchados de salitre.

La piel de nuestros cuerpos,

aquellos rayos mortecinos

acariciando tu cintura

entre mis dedos.

Ayer te tuve entre mis brazos

y mis sábanas.

Ayer, nuestra inocencia

contaba mentiras al amor.

Fue ayer cuando mis labios

recitaron secretos en tu cuello,

deslizando sus caprichos

por tu consentimiento.

Fue ayer tarde, cuando los delfines

te cantaban despedidas en mi nombre.

Cuando el mar  rompía nuestro abrazo

con sus olas y el runrún de los motores

consolaba mi tristeza.

Ayer dije adiós a la alegría

en la borda de aquél ferry.

Ayer te quise, y hoy al levantarme,

sin saber cómo, han pasado

más de 20 años.

lunes, 18 de junio de 2012

ALGORITMOS.



 
Las horas caen como una lluvia
fina de otoño,
con la languidez  prematura
del verso desengañado
ruedan por la esfera de la noche
como una lágrima solitaria
en la mejilla de un amante confuso.

En ocasiones todo cabe en un sueño
o en un pañuelo escondido entre los pliegues
laberínticos de la existencia.
Como una filigrana de promesas escondidas
o un manojo de secretos aparecen tus miradas:
Sigilosas, traviesas; en ocasiones discretas.

Vendaval de contradicciones.
Tornado de antojos quebradizos.
Tal vez sea la hora del ciclo de los silencios,
de las manifestaciones de ti  misma
o del paréntesis gramatical que encierran
las verdades negadas,- ¿o tal vez cegadas?-

No sabría decir la ciencia exacta
que me asalta en el momento justo
de tu presencia,
tal vez seas poco más que un algoritmo gastado
en el calendario habitual de cualquier excusa
mientras intentas ser algo más que un objetivo a corto plazo.

Es posible que el amanecer
se presente sin ser invitado,
mientras la madrugada se niega
a retirarse de este rincón poético
en el que en algunas ocasiones
transcribo el idioma de los sueños
pasados de fecha o los besos
que quedaron olvidados
en el área de descanso de cualquier
autopista a ninguna parte.

Tal vez el amanecer sea poco más
que un punto y seguido de la oscuridad
subyacente - ¿o adyacente?-
a la quietud de las horas en que todo
se detiene excepto tú, y tal vez yo sea
una extensión de aquello que escribo
y no tenga sentido mi existencia.

Perdona si considero que en el fondo
somos sólo una palabra perdida
en un laberinto de oraciones compuestas
y es mejor escribir un adiós subordinado a las circunstancias
antes que volver al desaliento de elegir las palabras
adecuadas para despedirme o los besos
adecuados para pernoctar - un tiempo al menos-
en otra mentira de brazos suaves.

domingo, 17 de junio de 2012

VERBOS, BESOS, CONJUGACIONES.



 
Y tú que no vienes,
o tal vez yo no deseo
que termines de llegar
por miedo a repetir
otro ciclo indolente.


En ocasiones un beso
es un verbo sin conjugación,
o tal vez yo prefiero conjugar
en pretérito indefinido
mientras juego a perderme
en el enigma subyacente
de cualquier interrogante.


¿Qué se esconde tras un beso?

En ocasiones todo
En ocasiones nada
En ocasiones un niño
con intenciones de hombre
En ocasiones un hombre
con intenciones de niño.
-Todo, nada, niño, hombre-.


En ocasiones tras un beso
sólo se esconde una pregunta
¿Pero qué pregunta…?
En ocasiones tras un beso
sólo se esconde una respuesta
¿Pero qué respuesta…?
-Todo, nada, niño, hombre,
pregunta, respuesta -.
En ocasiones un beso
es un verbo sin conjugación.

jueves, 14 de junio de 2012

LA AURORA.

Hoy la aurora se viste de largo
enseñando sus senos incipientes,
y tal vez se retoque el maquillaje
en el espejo de cualquier
estrella trasnochadora apoyada
en la barra anónima de una cafetería
sin nombre definido, ubicada
en la plaza de los gestos retraídos.


Tal vez una fina cortina de oraciones
predispuestas al dialogo aburrido
y sentadas en el adoquinado
esperen el milagro inexistente de cada día
mientras las primeras golondrinas
hacen surf sobre el tejado escarchado
de soledad urbana.


Y quizás algún poeta despistado
intente conjugar en dos idiomas
el idioma del amor en clave surrealista,
alguna sátira que llevarse a los bolsillos
dos cuartetas para acompañar el día
y tal vez un sonetillo al hambre cultural.


El demagogo prepara sus aspiraciones
en un carnaval de discursos atrevidos
adyacente al lupanar de la res publicae
del becerro de oro y su procesionaria
con titulo señorial de segunda mano.

Dos gorriones despistados
controlan el tráfico aéreo
de las palomas que esperan ansiosas
la lluvia de pan del anciano
abandonado por la vida en el viejo banco
de madera deslucida a juego
con las arrugas de una vida gastada.
Una procesión de edificios
postmodernos salen en romería
y horario de oficinas
en la impudicia de su fealdad.
Los funcionarios celebran laudes 
y comulgan café con churros.
El sol despierta con el nuevo día
y ficha con  retraso entre dos cirros
oscuros, como las intenciones
de un atracador en paro
o las esperanzas de un parado
de larga duración en la cola del sepe.

viernes, 8 de junio de 2012

CANTOS MALDITOS-CANTO XX

Aquelarre de huesos

bajo una lluvia

de sangre fresca,

como recién ordeñada

de una carótida despistada.



Himnos

de muerte,

fanfarrias de flautas

podridas,

aplausos de garras

recién estrenadas

sobre unas vísceras

calientes,

aún rebosantes

de vida agónica.



Cantos malditos

brotan de la garganta

desgarrada

del muerto viviente

paseando las estrofas

por la suave piel

del gusano,



¡oh, es tan erótico el gesto!

el gusano se contrae

 de placer

en el contacto

y muerde más carne muerta

para consumirse

lentamente

 en el orgasmo

del banquete.


Orgiástico laberinto

aquel

en que la vida consume



a

 la

muerte

y



 la muerte consume



a

la

vida

en

una



espiral dantesca.



Erecciones núbiles

en cadáveres

recientes

despiertan la humedad

lasciva de la dama negra.



¿Acaso no veis sus muslos

chorreantes de sangre

concupiscente?



Es la hora de la cópula

final, aquella

en que se entrega

toda la carne

con los ojos cegados

por el rígor mortis.



                                                                         El féretro

abierto de piernas.

¡Oh, que bella entrega!




La entrega definitiva,

la

total penetración,

el

orgasmo

categórico,

la eyaculación

de

efluvios

post mortem.



Los gemidos:



 insalubres,

estentóreos,

agonizantes.



Los besos:



Podridos

tumefactos

pálidos.



El semen

mezclado con sangre

sobre los muslos

letales.



Y

por fin

la

vida

engendra

muerte.

miércoles, 6 de junio de 2012

COMENZASTE A LLOVER.



Respiro y el aire lleva tu nombre,
te inhalo en pequeñas dosis
y en ellas me asaltas con la atracción
que nace de dentro hacia fuera.
Perdona la cobardía de unos versos
que forman telarañas metafóricas
por miedo a escribir precipitadamente el nombre propio
de tu sonrisa y tal vez algún adverbio de tiempo,
del tiempo que se nos escurre entre los dedos
cuando no existe más reloj que las esferas
de tu mirada,
del tiempo necesario para acortar distancias,
del tiempo en que los labios hablan
callan las palabras y sobran las certezas
que tal vez niega la prudencia.
Pero fíjate hoy sin darme cuenta
comenzaste a llover al final de la tarde,
es cierto, y el dulce repiqueteo de tus palabras
intensifica los aromas en cada gota de la sangre
alborotada, casi tanto como cuando practico
espeleología en la humedad de tu boca
o me da por subir a la cima de tus ojos oceánicos.

martes, 5 de junio de 2012

OTRO CASO DE VIOLENCIA DE GÉNERO.

-          ¿Cómo había llegado a ésta situación? Las luces del techo desfilaban a toda velocidad a través de los ensangrentados ojos de Eva, tendida sobre una camilla que se deslizaba por el servicio de urgencias del hospital, hacia los quirófanos.

-           ¿Cómo, cómo era posible; en qué momento se le había escapado la situación                  de las manos?



Apenas dos años antes de producirse esta situación, Eva era una chica más; una de tantas mujeres casadas que vivía en una capital de provincias. Su marido trabajaba en una agencia inmobiliaria, y era un hombre atento y agradable que dedicaba el mismo entusiasmo a su familia que a su trabajo. No les iba mal, no; tenían un bonito dúplex en el centro de la ciudad, dos coches, y un sueldo desahogado, que permitía que Eva pudiese dedicarse por entero a su casa y sus dos hijas. La verdad es que Jaime la quería con verdadera pasión; tras un noviazgo de tres años decidieron casarse, aprovechando que la situación laboral del mismo había dado un afortunado giro; ascendido por sus jefes a director de la inmobiliaria. Un puesto del que su esfuerzo y dedicación le habían hecho merecedor. Jimena, la primera de las niñas, no se hizo esperar, y dos años después de Jimena, llegó Valeria.

Aquellos años, no tan lejanos, se deslizaban por los recuerdos de Eva.



-          ¿Cuál fue el desencadenante de ésa vorágine de mala suerte que despeñó su vida en común con Jaime, en qué momento se torció todo?



-          Eva, las cosas no van muy bien últimamente en la empresa, las ventas están bajando; creo que por precaución deberíamos recortar gastos. Ayer tuve que despedir a Fernando y Alberto; no sé cómo terminará ésta situación, quizás sea solo una mala racha, pero es mejor ser precavidos.



-          ¿Fue tal vez esa conversación el comienzo de todos los males? Recortaron gastos es cierto; renunciaron a aquellas cenas fuera de casa, con los amigos; vendieron su Audi A-8 y conservaron el más económico Ford Focus de Eva; ella empezó a utilizar el transporte público cuando Jaime necesitaba el vehículo, y él, arrinconó en el trastero sus palos de golf y su escopeta de tiro al plato-



-          Este mes ha sido fatídico Eva, no se vende nada, esto no me gusta, hoy me ha llegado una notificación de la central en Madrid; las cifras de pérdidas son espeluznantes.



Y Eva, comenzó a trabajar como representante de seguros, con un pequeño sueldo fijo, más comisiones; no era demasiado por supuesto, pero al menos entraba dinero extra en su actualmente menguada economía. Gracias a Dios, también disponían de unos ahorros para casos de emergencia; por si empeorase la situación.


Entonces cerraron la agencia y trasladaron a Jaime a Madrid, para recortar gastos.



-          Saldremos de esta Eva, ya verás; la empresa me deja uno de los pisos para vivir, yo me adelantaré hasta ver cómo queda la situación, no podemos permitirnos perder tu trabajo, no tal y como están las cosas.



Y Eva se enfrentó de repente a las responsabilidades de su trabajo, más las preocupaciones añadidas al tener que responsabilizarse íntegramente del cuidado de su casa e hijas. Entonces entró en juego su madre, que atendía a las niñas mientras ella estaba fuera. Los meses fueron pasando, y con ellos terminó el año 2009. El comienzo del 2010 llegó de la mano de más preocupaciones por una situación económica y laboral que parecía empeorar en todo el país, y llegó de la mano de José.

José era un chico extrovertido y alegre que empezaba a trabajar en su empresa de seguros, un chico de 26 años qué iba a cambiar toda su vida, para empeorarla; pero Eva no podía saberlo, ¿cómo podía ella adivinar las consecuencias en ese momento? Eva se encontraba cada vez más angustiada por su situación personal, más la añadida angustia al ver el desgaste galopante de su marido, tan aturdido por el cambio qué sus vidas habían sufrido; que casi parecía un boxeador completamente noqueado, sin fuerzas apenas para enfrentarse a los sucesivos asaltos del combate que mantenía.

José la hacía reír, olvidar sus problemas; y era apenas 7 años más joven que ella, esa brisa de aire fresco que la llegaba con cada sonrisa y cada una de sus bromas hizo más llevadera la situación de Eva en aquellos duros meses del invierno Abulense.



 -  Eva, te invito a cenar y tomar una copa; anímate mujer, vamos a celebrar la llegada de la primavera-

 -   No sé si debo José, además están las niñas, apenas las veo últimamente-

-  Vamos, las niñas pueden quedarse con tu madre, y tú necesitas relajarte y olvidar por un día tus problemas-



Y tras una cena y unas copas en plan amigos, para celebrar la llegada de la primavera, llegaron otras cenas y otras copas; José la gustaba, y la tentaba, y ella se dejaba gustar y tentar. Era como volver a sentirse joven y soltera, sin angustias, ni preocupaciones.

Antes de darse cuenta, Eva se había convertido en amante habitual de José, lo malo es que empezaban a agotársele las excusas para convencer a su madre de la inocencia de sus constantes salidas nocturnas, y las cada vez más embrollosas explicaciones a Jaime, que empezaba a ventear qué algo raro sucedía.



-          No puedes negarlo Eva, ya no; te vieron abrazada y comiéndote a un chico joven, te vieron entrar en una casa que no era la tuya con él, y son amigos de ambos quienes te vieron, y quienes me lo han contado. ¿Por qué me has hecho esto, por qué?



Los acontecimientos se desencadenaron de forma vertiginosa, como un alud de nieve que desbocada, lo arrasa todo a su paso.



-          Hazme caso Eva, la situación puede volverse más sencilla para ti, no le va a pasar nada, y de esta manera tu familia y tus amigos entenderán por qué actuaste así-



Cuando llegó la policía para esposar y llevarse detenido a Jaime, acusado de maltratar a su mujer, ella sintió una punzada de remordimientos, pero ya estaba hecho, era la única salida para ella, José tenía razón; era la única manera de que sus amigos y familia pudiesen entender y perdonar. Y a Jaime no le pasaría nada malo.



Cuando le enviaron la orden de alejamiento, tanto de su mujer, como de sus hijas, y él llamó angustiado para preguntar.

-          ¿por qué me haces este daño, por qué me alejas de mis hijas y me destrozas la vida; qué mal te hice yo nunca?-

Eva ya estaba perfectamente informada y asesorada por una abogada amiga de José; esta era la única manera para ella de salir con bien de la situación, y a Jaime no le pasaría nada malo, ella retiraría la denuncia tras el divorcio. Y justamente eso pensaba explicarle al ver como se acercaba a su coche con las facciones desencajadas por el dolor, por las preocupaciones y por la incomprensión; ella se lo explicaría, sólo es una situación pasajera; al final todo se arreglaría. Abrió la puerta para salir del coche, y de repente se escuchó un disparo, y todo empezó a dar vueltas a su alrededor, notaba la cara y el pecho húmedos; y una especie de ráfaga caliente la empujo hacía atrás con violencia.



Esa misma noche, los informativos denunciaban otro caso más de violencia de género:



-          “Eva Sáenz Crespo, de 33 años ha muerto esta tarde, en la ciudad de Ávila a consecuencia de los disparos producidos por su marido con una escopeta de caza, el agresor, Jaime Rodríguez Sánchez ha pasado a disposición judicial. Fuentes nos informan que la mujer asesinada había interpuesto apenas dos meses antes, una denuncia por malos tratos; La ministra de igualdad a condenado rotundamente este acto execrable, y ha anunciado que presentará en el congreso de los diputados un proyecto de ley encaminado a endurecer las penas, y así mismo encaminado a legislar leyes de prevención; más duras también, contra este tipo de despiadados delincuentes. Hoy España se viste de luto ante…”



             Otro triste caso más, de violencia de género

lunes, 4 de junio de 2012

NUNCA SOY MÁS YO.




Bienvenida, añoraba aquellos
soliloquios otoñales en cualquier
estación del año,
 los largos paseos abstraídos.
Añoraba pasear escuchando la existencia:

El lamento de los árboles inquietos.
El murmullo cotidiano de las voces ajenas.
Las canciones del viento.
El coro cristalino de las aguas peregrinas.
La letrilla del silencio reflexivo.
El caminar del minutero existencial.
La tonadilla solemne de los pasos anunciados.
El tiempo necesario para enamorarme de un poema.
La balada de la noche melancólica.
La cognoscencia de la vida.  

Y es qué nunca soy más yo
que en aquellas ocasiones en que cuelgo
del perchero la llamada inconveniente
del bisbiseo pertinaz
y salgo a tripular  cometas orladas con tu nombre.

Bienvenida, añoraba tu presencia prudencial.
Tras salir del torbellino de la visita casual
del folklore de palabras y los gestos precoces del eco
llamaste a la puerta sin tarjeta de visita,
como sueles hacer cuando necesito  compañía.